¡Leche, no, jugo! { Privado

−Yo creo que... mejor tiramos esta lista al basurero, no hay nada más que garabatos y corazones−Dije con cierta frustración en la voz. Era casi de noche, por lo cual debíamos apurarnos con la compras para el día siguiente. Había creído que alguien se había dignado en realizar la tarea por solidaridad, pero considerando la vieja excusa de "estoy ocupado, que lo haga él" provocamos que no hubiera absolutamente nada en la alacena y el refrigerador. Uno de mis hyungs me había dado un papel arrugado con la lista de compras, pero viendo su estado terrible de agotamiento, me imaginé que no había sido a propósito que su letra fuera casi monstruosa.

Pensé mal. Era broma, lo que ocasionaba que tuviera que correr por el supermercado. Dos horas no alcanzaban para comprar todo la comida para el batallón del departamento y hace mucho habíamos experimentado la inanición por ser un poco flojos. Pero no estaba solo, logré arrastrar a Eunhyuk para que me acompañara. No pensaba cargar con todas aquellas bolsas de vuelta a la casa. −Ey, ¿Qué compramos primero?

Había estado echado en mi cama tan tranquilo descansando -conste, solo unos benditos 10 minutos- cuando me veía arrastrado por Hae en el supermercado. ¿En qué momento? Ni se, solo recuerdo una lista horrible -muy probablemente obra de Teuk-hyung, pobre umma, siempre cansado- y un pescado medio enfadado por las compras.

−Ey, ¿Qué compramos primero? me había preguntado. ¿Acaso no vio mi expresión de "Quiero dormir, no sé qué rayos hago aquí"?

-No se, Hae, solo asegúrate de poner leche de fresa en el carrito- obvio, eso es lo primordial. Y Hae suspiró, lo cual me hizo sonreir un poco mientras veía la leche de fresa deseada ser depositada, tal como le dije al Fishy.

Me digné a sonreír ante la respuesta del mono que me acompañaba. No tuve más remedio que hacerle caso y seguir andando con el carrito en las manos. Avanzamos y avanzamos interminablemente hasta toparnos con la sección de frutas y verduras. Decidí que ambos debíamos repartirnos para ganar tiempo. −Ahora que estas contento con tu adorada leche de fresa, anda busca algo de verduras comestibles mientras yo compro las frutas... ¡No te olvides de comprar el kimchi, chico mono! −Dije burlón, escapándome a su lado contrario.

Estaba tranquilamente tomando unas manzanas y naranjas, cuando sentí a alguien tocarme la espalda con suavidad. Era una señora anciana y de rostro bondadoso que parecía alegre de verme. Me pidió amablemente un autógrafo para su nieta, así que olvide que tenía que apresurarme. Me despedí de ella que se iba lentamente, por donde se suponía que Hyukjae estaba haciendo las compras.

-¡Aish! ¡Él sabe que yo no sé de verduras!- dije refunfuñando mientras veía por ahí verduras de las cuales ni sabía bien sus nombres. Usualmente, los encargados de las compras son Min o Wook pero ya que a este pez se le ocurrió arrastrarme consigo...qué me quedaba.
-A ver...kimchi kimchi kimchi...¡KIMCHI!- dije, aunque al parecer muy alto porque luego escuché unas risitas mientras metía la bolsa de kimchi al carrito, y al voltear descubrí que eran simples chicas de secundaria riéndose entre ellas y trataban de ocultar -vanamente- que me estaban mirando
-Hehehe- me reí algo nervioso y volteé dispuesto a irme, cuando sentí que alguien jalaba despacio de mi brazo.
-Oppa- me dijo una de las 3, tendiéndome una libreta- ¿Nos firmas un autógrafo?
-Sí, claro, con mucho gusto- le respondí con una sonrisa. Eso es lo que un artista debe hacer aunque no me agrade en lugares públicos. Y, ¡Rayos! Veo a lo lejos otro grupo de chiquillas escolares, ¡No!
¿Dónde esta Hae en estos casos? Él sabría manejar esto que yo

No sabía si escoger entre un kilo de manzanas en oferta o uno de fresas, traté de ponerme en el lugar de los demás lo cual no resultó del todo perfecto. Decidí tomar ambos, ya que alguno de nosotros podría haberse quejado después. Además era una buena opción, en el caso de aburrirnos de un sabor. Iba a dirigirme a la sección de jugos para decidirme por uno de mis favoritos, cuando escuché unos grititos emocionados, al parecer parecían emocionadas por algo en el otro lado del supermercado. No presté atención hasta que escuche decirlas: −Eunhyuk-ah se encuentra por ahí, ¡No lo pierdas!

Por poco me tropecé con una pila de lata de sopa instantánea cuando escuché sobre ello. Me desternillé de risa ante lo que estaba ocurriendo. Supuse que no podía dejarlo al pobre solo en mitad de aquella estampida de chicas. Me pregunté también que hacían todas levantadas, si el día siguiente no era fin de semana. Probablemente se había corrido la voz de que andamos por ahí, tranquilamente. Fui al rescate del chico mono, interceptando a un par de chicas que estaban a punto de acorralarlo. −¡Hey chicas, tranquilas! Lo pondrán nervioso. −Les dije, guiñándoles a algunas de ellas. Habían reunido todo mi valor para hacerlo, aunque sinceramente me divertía jugar al galán de vez en cuando. −Eh, Hyung, ¿No deberías haber terminado ya con las verduras? −Le golpeé suavemente con el codo. −Bueno, tendré que llevármelo, ahora estamos ocupados. −Les despedí mientras jalaba a mi compañero para terminar con las compras.

−Terminemos de una vez, antes de que vengan más. − Dije, mientras tomaba unas bolsas para guardar las verduras en el carrito. −Toma un poco de todo, vamos por la carne, el arroz y listo. −Le expliqué con una sonrisa, mientras hacía lo mío.